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Esperar en las salas de abordaje: un espacio para la reflexión.

Al esperar para abordar un avión tenemos muchas opciones para aprovechar el tiempo, en mi caso , es el momento para reflexionar y planear. Este es el espacio de varias reflexiones acerca de diferentes tareas en el master.

Reflexión chunks

Los chuncks que recuerdo de mi proceso como  aprendiz del inglés son dos:

El primero "hold your horses" significa cálmate, o tómalo con calma, pero fue una frase que me costó entender, porque ninguna palabra está relacionada en el español. La profesora que nos enseñó lo hizo por medio de mímica, porque teníamos la regla de no hablar en español y fue durante una clase sin inmersión. A mi grupo y a mí nos pareció muy gracioso porque lo tomábamos de manera literal y después lo incluimos en nuestro vocabulario y nuestras conversaciones.

Y el segundo , fue al aprender "on my way" lo aprendí durante mi experiencia de campamento de verano en Estados Unidos , al comunicarme con uno de mis superiores , mediante chat pero después lo pude notar en conversaciones y unos días después me di cuenta que yo también ya utilizaba esta expresión.

Reflexión Lectura:Cassany, Daniel. “Apropiación y uso del alfabeto español”, Journal of Spanish Language Teaching, 1:1, 31-45, 2014. ISSN: 2324-7797; DOI: 10.1080/23247797.2014.898499

Hola chicos. Al leer sus comentarios me he interesado por el artículo a tal punto que  he decidido leerlo.

Me parece muy interesante la apropiación que Guillem hace del tema y son muy importantes los puntos clave que señala Rocío, al igual que la experiencia que presenta Natalia. En cuanto al uso de diferentes tipos de alfabetos, me gustaría comentar algunas experiencias que recordé al leer el artículo y sus comentarios.

Mi acercamiento a otro tipo de alfabetos solo ha sido mediante los viajes, puesto que durante el tiempo de mi escolarización, el contacto con otros tipos de alfabeto en Latinoamérica fue muy escaso. Ahora existen más posibilidades, gracias a la tecnología y los medios masivos de comunicación, pero  a decir verdad, la primera vez que miré caracteres que no estaban en alfabeto latino fue mediante el taekwondo. Practiqué este arte marcial  durante mi infancia y adolescencia, y siempre me llamaba la atención la organización y pronunciación de ciertas palabras en coreano, porque lo miraba escrito en los uniformes para entrenar. Más adelante aprendí algunas palabras básicas y los números para entender y comunicarme en esta práctica, pero mi curiosidad no fue más allá de eso y de algunas preposiciones de lugar y adverbios de lugar que necesitaría para entender cómo hacer ciertos movimientos.

Por otra parte, al cumplir 13 años tuve la oportunidad de visitar Rusia debido a una competencia de taekwondo. Ese fue mi segundo contacto con un alfabeto distinto al que yo conocía. Aunque al principio el alfabeto cirílico parecía imposible de descifrar, el contar con un diccionario de ruso-español fue suficiente para comunicarme de manera básica en ese viaje. Pero tuve que trabajar en equipo con mi padre para lograrlo. Porque al llegar a Rusia, él intentaba pronunciar las palabras y las personas no le entendían, en vista de esto y bajo la frustración de no poder transmitir un mensaje, le pedí que me mostrara la frase y simplemente seguí las instrucciones del diccionario (que indicaba la  pronunciación de las palabras haciendo una semejanza con los sonidos ya existentes en español) . Finalmente me entendieron y durante todo el viaje, mi papá estructuraba las oraciones (muy posiblemente de manera agramatical) y yo las pronunciaba. Lo que tuve que hacer fue  asociar los sonidos con las descripciones fonéticas que presentaba el diccionario, con eso bastó para comprar, transportarnos y saludar al menos.

Cabe aclarar que hasta ese entonces, mis conocimientos en inglés eran muy escasos y los de mi padre también, así que cuando nos asignaron un guía que solo hablaba inglés también fue complicado comunicarse y en ciertos momentos recurríamos a las señas, para reforzar ciertos mensajes.

Lo curioso de esta anécdota, tal como lo menciona el artículo es que dependiendo de la cultura, habrá prioridad en ciertas formas de aprendizaje y de interiorización de los sistemas de escritura y lectura de los alfabetos. Además de los sistemas educativos en los que hayamos sido formados. Mi padre estaba acostumbrado a memorizar y a estructurar. Por el contrario, en mi caso, había sido expuesta a otras formas de aprendizaje como la escucha y la imitación.

Cabe mencionar que  hace 12 años el acceso a los traductores automáticos, (como Google translate) no era tan fácil, ni económico, ni común; es por eso que tuvimos que recurrir al diccionario .

Por último, quisiera agregar que me pareció fascinante la mezcla de culturas, idiomas y alfabetos que  hay en Turquía. Aunque ahora su escritura se da por medio del alfabeto latino, no siempre fue así. En 1928, Mustafá Kemal Atatürk promovió el cambio del alfabeto con caracteres arábigos conocidos como “Alfabeto Turco Otomano” con la intención de alfabetizar a la población y darle una nueva identidad. Aun así, los rastros de todas estas influencias están por todas partes en Estambul y me impactó verlo de manera tangible en la “Ayasofya” una mezquita que ha sido convertida en museo que aún posee el nombre de Alá en árabe. Me impresionó porque este reflejo de la historia que vivió Turquía deja huella, no solo en su forma de escribir sino de ver el mundo. Además de la adaptación que hicieron de los caracteres arábigos, ahí pude descubrir que aunque pueda “leer” un anuncio , no significa que lo comprenda, ese fue mi caso. Una amiga tuvo la cortesía de indicarme su ciudad (Estambul) y explicarme el sonido de algunos fonemas, otros los deduje y al final del viaje podía pronunciar algunas palabras, pero no sabía su significado. Lo cual indica que a pesar de que usemos el mismo alfabeto,siempre existirán influencias de acuerdo a la cultura en la cual lo usemos. Un ejemplo es el sonido de la letra C, en Turquía corresponde al sonido de la “y” en nuestro alfabeto.

P.D: adjunto una fotografía de la mezquita que realmente me impactó.

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